El síndico mayor de la Sindicatura de Cuentas, Miquel Salazar, ha puesto en valor el trabajo de la Sindicatura en una jornada dirigida a reforzar las relaciones Gobierno-Parlamento a la que ha asistido la consejera de Presidencia, Laura Vilagrà, la vicepresidenta primera del Parlamento, Alba Vergés, y que ha contado con la participación de los órganos estatutarios.
Salazar ha definido la Sindicatura como una “herramienta de un Estado democrático para conseguir una Administración más transparente y más eficaz en la gestión de los fondos públicos”, objetivo que la institución de control persigue mediante la elaboración de informes de fiscalización sobre las entidades del sector público de la Generalidad y del sector público local.
Ha explicado que uno de los objetivos estratégicos a corto plazo del Pleno de la Sindicatura de Cuentas es “ampliar el campo de trabajo” de la institución fiscalizadora para ir más allá de las auditorías financieras y de legalidad y aportar valor añadido con “nuevos formatos de auditoría” que respondan a los principios de economía, eficiencia y eficacia en el uso de los recursos públicos. “Queremos potenciar las auditorías operativas, las auditorías de sistemas y la evaluación de políticas públicas”, ha afirmado Salazar.
La Sindicatura ha incorporado este año a su plantilla cuatro evaluadores de políticas públicas para trabajar con el personal de auditoría en los nuevos proyectos de fiscalización.