La Audiencia de Cuentas de Canarias aprueba el informe sobre el aprovechamiento de los recursos del ITC por parte de las empresas canarias

La Audiencia de Cuentas de Canarias aprueba el informe sobre el aprovechamiento de los recursos del ITC por parte de las empresas canarias

La Audiencia de Cuentas de Canarias (ACC) ha aprobado el informe de Fiscalización del Instituto Tecnológico de Canarias, S.A. en el que se analiza la utilización que se ha dado a los recursos del ITC para satisfacer las necesidades de los agentes productivos de Canarias en materia de desarrollo, innovación y cooperación tecnológica.

En este contexto, el informe hace una descripción de los proyectos de desarrollo tecnológico que han sido trasferidos a las empresas privadas de Canarias y de las acciones de innovación que se han ejecutado. Además, determina la relación de empresas privadas que han utilizado la tecnología transferida y el grado de satisfacción de las empresas con ella.

De acuerdo con las conclusiones del informe, los proyectos de desarrollo tecnológico del ITC son “muy valorados por las empresas que han recibido sus servicios” y tecnologías, aunque el Instituto “no ha logrado en su plenitud contribuir de forma determinante al fomento de la innovación y el desarrollo tecnológico”.

La encuesta de satisfacción entre las empresas destinatarias de sus proyectos señala un elevado nivel de satisfacción, con una puntuación media de 3,7 sobre 5. La valoración que se transmite de sus técnicos es altamente satisfactoria, tanto en lo referido a sus conocimientos como en la actitud de apoyo de las diversas iniciativas para las que se demandan sus servicios.

Aún así, la Audiencia de Cuentas de Canarias considera en su informe que el ITC “no ha logrado el objetivo establecido en su Plan estratégico de contribuir a la consolidación de una economía basada en el conocimiento en Canarias” debido a la escasa relevancia del efecto que los desarrollos tecnológicos propios han producido en el tejido empresarial canario. En esta línea, se indica que tras 10 años de actividad de desarrollo tecnológico, se han transferido 5 proyectos a 7 empresas, habiéndose registrado un total de cuatro patentes y tres modelos de utilidad.

Además, el informe pone de manifiesto que, pese a que el ITC desarrolla una intensa actividad de intermediación, no ha existido una demanda relevante por parte del sector empresarial canario de proyectos de I+D. De acuerdo con los datos que aporta la Audiencia de Cuentas de Canarias, el número de empresas con actividad innovadora en el Archipiélago se ha ido reduciendo año a año, hasta situarse en 705 empresas en 2011, lo que apenas representa el 3,5 por ciento del total de empresas con actividad tecnológica que existen en España.

El único campo en el que existe una conexión empresarial es el de las energías renovables, ya que el ITC participa en el capital de empresas de este sector con sede en Canarias. Al margen de este campo, el desarrollo tecnológico del ITC se ha centrado en otras dos áreas, donde las islas reúnen unas condiciones óptimas, como son la desalación de agua y la biotecnología marina. Sin embargo, no se ha producido un proceso importante de generación de iniciativas empresariales en estos campos.

En relación con la Red CIDE (Centros de Innovación y Desarrollo Empresarial), con respecto a la que el ITC ha atendido a 8.775 empresas entre 2007 y 2012, el informe de la Audiencia de Cuentas de Canarias considera que el sistema de control y verificación del ITC no tiene herramientas que permitan medir el impacto a medio y largo plazo de las acciones y tareas realizadas en el marco del programa.

Una situación que también se repite en el caso de la Red UPE (Unidad de Promoción de Empresas), que ha incubado un total de 77 empresas entre los años 2009 y 2012  y para la que, según el informe, no se dispone de una herramienta que permita conocer el porcentaje de las que han continuado con su actividad .

Recomendaciones

A la vista de estas conclusiones, la Audiencia de Cuentas de Canarias recomienda al Instituto Tecnológico de Canarias establecer mecanismos para asegurar que una parte de los desarrollos tecnológicos que ejecute procedan de una demanda concreta del tejido empresarial canario.

En este sentido, considera que el Instituto debería aprovechar la experiencia acumulada y el alto grado de cualificación de su capital humano para reorientar su labor “de modo que sus iniciativas sean más cercanas a la realidad empresarial y la estructura económica de Canarias”. Máxime, se indica, cuando “se trata de la única empresa de desarrollo tecnológico aplicado, en el ámbito regional, que existe en Canarias”.

Además, de cara a un futuro, recomienda que los programas públicos de desarrollo de actividades de I+D+i que se encomienden al ITC lleven aparejado el desarrollo de instrumentos de seguimiento y control posterior de las acciones ejecutadas, de manera que permitan evaluar la contribución de los fondos públicos empleados en la mejora de los indicadores socioeconómicos.

Por último, la Audiencia de Cuentas de Canarias considera que el ITC debería poner a disposición de los responsables de diseñar las políticas de innovación empresarial la información obtenida a través del proyecto DILO (Difusión de la Innovación Local) sobre las características y necesidades de las pequeñas empresas canarias.